En el preciso instante en el que se marchó, dejó su olor anclado en cada uno de sus glóbulos rojos. Ella que era experta en ello, recorrió todas las calles y avenidas de la ciudad en buscando aquel olor que le recordaba a él, miró incluso debajo de su almohada, en las copas de los árboles, en su taza de desayuno, en las nubes con formas graciosas, con la seguridad de que podría reconocerlo a varios metros de distancia, pues aquel olor era inconfundible. No quedó ni un solo portal, ni un solo bar bohemio, jugueterías, tiendas de gominolas e incluso mercerías.
Sólo quería volver a tener cerca ese olor, para capturarlo en un frasquito y abrirlo cuando se sintiera vacía, cuando quisiera dibujarse una sonrisa.
He aquí la pobrecita chica pálida, que buscó por toda la ciudad y nunca se le ocurrió buscar dentro de sí misma… en cada uno de sus glóbulos rojos. He aquí la que grita: secuestrame los días.
martes, 2 de noviembre de 2010
secuéstrame la vida!
Publicado por
Palpitaciones Fluorescentes
en
martes, noviembre 02, 2010
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Al final se dará cuenta, seguro. Eso siempre pasa.
ResponderEliminarUn muá(h) y un sugu de frambuesa!
No sabes lo identificadisimo que estoy. Tengo algun problema serio con eso de los olores, ¿eh?, y con uno en especial. Aunque no me llama nada la atencion la idea de abrirme en canal para olerme los globulos rojos, aunque suena precioso xDDD
ResponderEliminarciertos olores son imposibles de arrancar de nuestro interior... sobretodo cuando los has experimentado guardándolos en una servilleta de papel... dentro de tu libro favorito... es increíble la forma en la que pueden conservarse y hacerte sentir lo más desgraciado del mundo cuando no eres capaz de apartarla de tu naricilla. :)
ResponderEliminarjuego de sentidos...los aromas son los motores de largos viajes
ResponderEliminarsecuestrame los dias, las noches, las semanas, los meses, los años, los siglos amen:D
ResponderEliminarTambién me identifico, hay olores que permanecen en nuestra memoria de por vida y no te ves con ánimos para olvidarte de ellos.
ResponderEliminar;)
Y las noches? Qué hará con ellas?
ResponderEliminarMuuá
Me encantan las chicas pálidas. Y los glóbulos rojos.
ResponderEliminarYo soy de esas a las que también le gustaría guardar los recuerdos en un frasco y abrirlo cuando todo pareciera ir mal.
ResponderEliminar:)
Lo sigue recordando. Recordar olores.
ResponderEliminarHola a todos, soy un fiel seguidor de este blog y queria invitaros a todos a visitar mi nuevo blog, espero que os guste tanto como a mi este.
ResponderEliminarhttp://loquetedijeaqueldia.blogspot.com/
precioso. me identifico.
ResponderEliminarbesito.
¡Lo que te ha secuestrado son los glóbulos rojos!
ResponderEliminar